Los niños y adolescentes pueden comentar su malestar y su deseo de terminar con su vida mediante un acto suicida. Les ayuda el poder hablar de sus pensamientos y sentimientos y sentirse escuchados con atención y empatía. Si fuera necesario, se recomienda solicitar la intervención profesional.
Existen factores de riesgo pero también de protección de la conducta autolítica por lo que hay que intentar disminuir los primeros y potenciar los segundos.
FACTORES DE RIESGO:
- Pérdida reciente de un ser querido como el fallecimiento de un familiar, amigo o mascota. Los adolescentes pueden sentir también como una gran pérdida la separación o el divorcio de los padres, una ruptura con la pareja, la pérdida de la casa, etc.
- Enfermedad mental, particularmente un trastorno del estado de ánimo, como depresión, trauma o un trastorno relacionado con el estrés.
- Intento de suicidio previo aumentan el riesgo de otro intento de suicidio.
- Trastorno por consumo de alcohol u otras drogas.
- Tendencia meterse en problemas, tener problemas disciplinarios e involucrarse en comportamientos de alto riesgo.
- No aceptación de su sexualidad a nivel personal o de su entorno.
- Historia familiar de suicidio.
- Historia de violencia doméstica, abuso o negligencia infantil.
- Ausencia de apoyo social. Un niño que no siente el apoyo de un adulto importante en su vida, así como tampoco de sus amistades, puede aislarse tanto que el suicidio le puede parecer la única salida a sus problemas.
- Ser víctima de bullying, aunquetambién hay cierta evidencia de que los niños acosadores tienen un riesgo de comportamiento suicida más alto.
- Acceso a productos y/o artículos letales, como armas de fuego y medicamentos.
- Estigma asociado a pedir ayuda. Se sabe que mientras más indefenso, avergonzado, culpable, inútil, desesperanzado o con baja autoestima se siente el niño o adolescente, mayor probabilidad de hacerse daño a sí mismos o de terminar con su vida.
- Dificultades para acceder a servicios de ayuda profesional.
- Creencias culturales y religiosas que valoran el suicidio como conducta honorable de resolver problemas.
FACTORES PROTECTORES:
- Habilidad para manejar y resolver problemas.
- Buenas relaciones interpersonales. Cuanto más fuertes son los vínculos que tienen los niños y adolescentes con sus familias, amigos y con las personas de la comunidad, menor probabilidad de hacerse daño a sí mismos ya que se sienten queridos, apoyados y disponen de personas a quien acudir para pedir ayuda cuando están experimentando dificultades y pensamientos y sentimientos negativos.
- Acceso restringido a productos y/o artículos letales como armas de fuego y medicamentos.
- Creencias culturales y religiosas que desalientan el suicidio y apoyan la autopreservación.
- Fácil acceso a la atención profesional apropiada: psicoterapia, terapia individual, grupal, familiar o medicación cuando está indicada, de manera que se sienta vinculado a profesionales disponibles, que le valoran y cuidan.
- Atención efectiva para trastornos mentales y orgánicos.
SEÑALES DE ALERTA
Las señales de alerta que se deben considerar incluyen cambios en la personalidad o en el comportamiento, que pueden no estar relacionados de manera evidente con el suicidio. Cuando un adolescente se siente triste, está más introvertido, irritable, ansioso, cansado o apático, ha cambiado sus hábitos alimentarios o de sueño y cuando ya no disfruta con las actividades con las que antes se divertía, entonces hay que actuar.
También hay que tener en cuenta aquellas conductas variables, imprevisibles, erráticas o arriesgadas. Si un adolescente comienza a tomar malas decisiones o si comienza a hacer cosas que son dañinas para sí mismo o para otras personas, como bullying o involucrarse en peleas puede ser una señal de que está perdiendo el control.
Por último, cuando habla sobre morirse, siempre se debe prestar atención de manera empática. “Quisiera estar muerto”. “Solo quiero desaparecer”. “Quizás debo saltar de ese edificio”. “Tal vez debería pegarme un tiro”. “Todos estarían mejor si yo no estuviera aquí”. Cuando se escuchan este tipo de comentarios, es muy importante tomarlos en serio y actuar apropiadamente.
Referencia:The Mind Child Institute