El suicidio en la adolescencia continúa aumentando siendo una de las principales causas de muerte en esta población.
En la revisión publicada por el Dr. Carballo y colaboradores, en European Child and Adolescent Psychiatry 2020 Jun;29(6):759-776 se identifican 3 factores principales que parecen aumentar el riesgo de suicidio:
- Factores psicológicos: depresión, ansiedad, previos intentos suicidas, consumo de drogas y otros trastornos psiquiátricos comórbidos.
- Acontecimientos vitales estresantes: problemas familiares y conflictos con otros adolescentes, bullying.
- Rasgos de la personalidad: impulsividad y neuroticismo.
Otros factores implicados en la conducta suicida son el abuso sexual, el maltrato, la ruptura con la pareja y el fracaso escolar.
Frente a los factores que predisponen hacia los actos autolíticos, se contrapone una buena autoestima, la resiliencia, el control y regulación emocional, la reflexión, la capacidad de adaptación y superación y el apoyo familiar y social. Todos estos factores contribuyen a evitar la magnificación catastrófica de los sucesos estresantes, la actuación durante la emoción y la superación del problema.
Un aspecto de la prevención consiste en identificar los adolescentes que se encuentran en situación de vulnerabilidad para reducir los factores de riesgo y potenciar los de protección. Muchos adolescentes no quieren morir si no dejar de sufrir.